Hay un universo de expiación
donde vemos colgar la noche
como un harapo,
oreándose en los mares del espíritu,
donde estrujamos la humedad del alma
y escondemos la verguenza del corazón
donde vemos colgar la noche
como un harapo,
oreándose en los mares del espíritu,
donde estrujamos la humedad del alma
y escondemos la verguenza del corazón
Es como si fuera todavía ayer,
un día temprano para mirar
y llorar,
un día en el que nacemos para volver
a empezar,
anclando los sudarios del estío.
Hay un universo de expiación
donde volcamos
todas las estrellas,
queriendo encontrarle un fin al dolor.
un día temprano para mirar
y llorar,
un día en el que nacemos para volver
a empezar,
anclando los sudarios del estío.
Hay un universo de expiación
donde volcamos
todas las estrellas,
queriendo encontrarle un fin al dolor.
Es un cielo hundido
en el brillo de la ausencia,
una constelación abierta
en el sueño de la esperanza...
una constelación abierta
en el sueño de la esperanza...
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