cuando el sol besaba mis pensamientos
y la luces de la nostalgia
hilaban en crisálidas de oro,
las sedas d
e sus alas;
e sus alas;
yo escarba en las sombras del crepúsculo
un beso de sol entre las manos.
Busque espejos
y ramos de flores entre cupidos de luz
en el cielo,
para que el tiempo
se enamorará de la eternidad
y sólo encontré ángeles de cuarzo,
que refulgían la tristeza del mundo,
heraldos manchados al olvido
y un cielo quebrado
por los gritos insólitos
de la gran ciudad...
Qué bellos poemas acabo de leer, amigo Jairo; a cada cual mejor... Te lo digo sinceramente; ha sido un verdadero placer pasar por este sitio. Te dejo mis abrazos y respetos. Antonio Jiménez Rey.
ResponderEliminarBella es la expresión de la tristeza en tus versos Jairo. Un abrazo Compañero de Letras.
ResponderEliminarEs un lacer leerte amigo, disfruto mucho de tus letras
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