Gueguense nicaraguense
de trenzas rotas y colores,
de chischiles y monedas,
Gueguense de callejuelas angostas y barro,
de ironías grises y risas tristes.
Gueguense sin atavíos
como el chavalo descalzo y sin pena.
Gueguense sin máscara
como la chavala con canasta en la mollera.
Gueguense de esperanza,
de zacate jaragua y piñuela,
de tihuilote y elote,
de vigorón y chicha.
Gueguense de malinche y zaguanjoche,
de chiltoma y jocote.
Gueguense que canta su danza,
de maíz y frijol,
entre risas y leyendas,
de clamores y amores.
Gueguense nicaraguense que cobra vida,
emergiendo de las sombras del mito cotidiano.
Gueguense del alma de la mujer valiente.
Gueguense que lleva siempre en la frente la sangre de su gente
como un jardín de rosas.
Gueguense de triste guijarro,
de ratón alegre y colorido
Gueguense de palmas y añoranzas
que calma su alma con alegría.
Gueguense siempre con perfume de adobe
y herencia de barro.
Gueguense de mis venas y mi gente.
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