LAS HORAS INTERMINABLES
Las horas interminables,
Las horas interminables,
cavan hondo,
hacen hoyos en la espera,
hieren las sombras,
herrumbran la esperanza,
y zarandean el brillo
de tus ojos.
y zarandean el brillo
de tus ojos.
tamizan la tristeza del mundo,
hacen un poema en la boca,
dejando un silencio sin nudo.
Filtran la noche,
abren hiatos en la conciencia,
dejan hipótesis en las cosas
distanciando la espera,
Son espacios del alma,
dejando una primavera
de dunas.
Pequeños paréntesis
de la eternidad.
Las horas interminables,
cavan hondo,
miden los caminos del tiempo
y dejan un grito
sin rostro
en el espejo...
"Pequeños paréntesis..."
ResponderEliminarGran poema, Jairo.
¡Un saludo!
GRACIAS SUSI
ResponderEliminarY quién no puede dar fé de ellas, como espolones en el talón, como tachuelas en la piel, hieren, duelen, vacian... este poema es de una intensidad bellisima Jairo y las imágenes son inmensas... abriendo hiatos en la conciencia... perfecto. Un placer inmenso leerlo.
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